jueves, 14 de enero de 2010

Teatro Infantil: Las Aventuras de un Oso Ritmoso

El 27 de diciembre acudí a la sala “La Escalera de Jacob” a la obra infantil Las Aventuras de un Oso Ritmoso. Nos presenta a un oso que quiere romper la tradición familiar, pues decide aprender a cantar en vez de aprender a rugir. Le suceden diversas aventuras que entretienen a los más pequeños.

La obra es representada por seis actores que encarnan nueve personajes. Está muy bien escenificada, todo muy visual, muy llamativo para los niños. A continuación valoraré diferentes aspectos que me resultan importantes en la representación de una obra infantil:

- Decorado: Era simple, no estaba cargado, tenía lo justo. Esto es bueno para los niños pues no se distraen observando la multitud de objetos que podrían encontrarse. Al haber pocos elementos en el escenario los actores eran capaces de dirigir la atención del público hacia donde ellos querían.

- Música: No había música en exceso, pero sí ambientaba algunas escenas. De este modo se incidía en la carga emocional del momento y hacía introducirse al espectador más en la obra. Los actores cantaban en algunos momentos del teatro, entonaron bien e hicieron participar al público en su canción. Consiguiendo, de este modo, brotar muchas sonrisas en el rostro de los niños y de los padres.

- Actores: Como mencioné antes, la obra fue representada por seis actores que representaban a nueve personajes.

o Narradora: A lo largo de toda la historia una narradora nos iba introduciendo en la obra, hablándonos de los personajes y de lo que allí sucedía. Esto ayudaba a los más pequeños a entender todo muy bien y sentirse dentro de la historia.

o Explorador: Inicia la historia, realizando escenas repetitivas junto con su compañera la exploradora. Las escenas repetitivas ayudan a los niños a centrarse en la historia, a captar la atención y lo que quieren decirnos.

o Exploradora: Acompaña al explorador y realizan papeles parecidos.

o Padre Oso: Intenta a enseñar a su hijo a rugir. Como no lo consigue se enfada y no le deja volver a casa hasta que aprenda. Los niños ven en este personaje reflejada la figura paterna, la figura tradicional, la obediencia.

o Oso Ritmoso: Es el protagonista de la obra, se gana el cariño del público interactuando con él, haciéndonos cantar, enseñándonos que no siempre hay que hacer lo que los otros quieren. Transmite a los niños que ellos pueden conseguir ser lo que ellos quieran.

o Investigador: Quiere atrapar al Oso Ritmoso. Nos hace pasar un rato divertido porque no consigue lo que quiere.

o Ayudante del Investigador: aparece siempre en las escenas del investigador. Es muy cómico, hace reír.

o Policía: Intenta atrapar al Oso Ritmoso porque no puede estar suelto por la ciudad. Tras muchos intentos no lo consigue.

o Niña del circo: Está en una situación parecida que el Oso Ritmoso. No quiere ser trapecista como toda su familia. Ayuda al Oso a escapar del investigador y del policía.

o Señora del circo: Ayuda también al Oso Ritmoso en el circo.

Todos los actores supieron introducir a todos los niños en la obra y hacerles pasar un buen rato. Se nota que conocen buenas técnicas de escenificación, sobre todo aquellas dirigidas a los niños pequeños. Saben escucharles, meter sus comentarios y respuestas en la obra, hacerles partícipes. Se dirigen a ellos con muchísimo tacto y sensibilidad, saben hacerles reír, que se estremezcan y que tengan tensión en el desarrollo del argumento.

- Sala: Era una sala pequeña, para no más de cincuenta personas. Un espacio acogedor, cercano para el público infantil. Al estar cerca del escenario y de los actores se sienten más dentro de la obra y no se distraen tanto.

- Obra: El argumento es cercano para los niños, divertido para los más pequeños y con cierto grado de reflexión para los que son un poco más mayores. El aspecto negativo que podría resaltar de esta obra de teatro es su duración. Fue algo larga para los niños, casi una hora de representación. Para los niños más mayores, de unos 6 años, no hubo problema; en cambio, los niños más pequeños, de dos o tres años, les costaba mantener la atención pasada la media hora. Si hubiese sido algo más breve hubiera sido perfecta para todos.

Conclusión:

Es una buena obra teatral infantil, llamativa, bien preparada, cercana a los niños. Con buen trasfondo y con carácter lúdico. La recomiendo a niños de edades entre los 3 y 8 años aproximadamente.

Propuesta de aplicación en el aula:

Para aplicar esta obra en el aula podría ser representada en el aula por los niños o acudir con ellos al teatro. Tras conocer la obra podrían realizarse diferentes actividades:

- Inventar una canción como la que inventó el Oso Ritmoso.

- Dibujar qué quieren ser ellos de mayores.

- Hacer con plastilina su personaje favorito

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